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jueves, 26 de abril de 2012

¿Y si nuestros coches llevasen una caja negra?


Caja negra de un avión
Seguramente una de las tareas más difíciles tras un accidente es conocer exactamente sus causas. De esto nos puede hablar largo y tendido nuestro compañero capreolus, y seguro que con mucho conocimiento de causa. Indagar qué pasó a partir de los indicios que las autoridades y especialistas se encuentren en la vía debe ser, teniendo en cuenta el penoso hecho del accidente, una labor bastante apasionante [con esto quiero que se entienda que hablo de la labor de los profesionales y de los métodos de investigación, no digo que un accidente sea algo apasionante].
La pregunta es, ¿por qué nuestros coches no llevan incorporada una caja negra, como los aviones? Y una pregunta más abierta aún, ¿qué faltaría añadir a los sistemas y centralitas que lleva un coche moderno a bordo, para conseguir registrar qué pasa en los momentos previos a un accidente?

Paso a paso: ¿qué es una caja negra?

Una caja negra se define como “caja de material muy resistente que contiene aparatos registradores de las principales magnitudes y vicisitudes del vuelo de una aeronave” (RAE). Es decir, es un conjunto de sistemas de medición de parámetros que sirven para esclarecer las causas que llevan a un accidente de aviación. Se llama caja negra por estar ligada a eventos negativos, y en caso de un accidente aéreo la cosa es muy seria.
No exactamente el concepto de caja negra que esperábamosNo es exactamente la idea…

Sin embargo, debe haber alguna razón de peso para que en nuestros coches no haya cajas negras. Una razón convincente puede ser el coste de estos aparatos. Una búsqueda poco exhaustiva nos lleva a cámaras instalables en los coches por valor de 400 euros aproximadamente, o este otro prototipo que cuesta aproximadamente la mitad. Parece bastante dinero como para invertir en algo que solo nos va a servir en caso de accidente. Al final del artículo tenéis las referencias de otros posts en los que hemos hablado de cajas negras aquí, en Circula Seguro.

La caja negra, ¿ayudaría realmente en algo?

Si nos olvidamos del coste, que podría diluirse en cuanto empezase la instalación en serie de estos aparatos, creo que sí, que nos ayudarían. Primero hay un factor condicionante que es el hecho de saber que estamos siendo “observados” constantemente. O sea, que aunque las cajas negras graben eventos durante los últimos 15 o 30 minutos, sabemos que en caso de “meter el zueco” todo va a quedar grabado.
Por otro lado está el factor de la tranquilidad que da saber que, en caso de no ser culpa nuestra, haya pruebas fácilmetne accesibles por parte de la autoridad que permitan detectar neglicencias de terceros, imprudencias o fallos mecánicos.
A partir de ahí, las interpretaciones personales son las que determinan si es una buena o una mala idea. De establecerse como elementos de seguridad de serie, las protestas ante la supuesta vigilancia 24 horas (a pesar de ser un absurdo desde todos los puntos de vista) serían uno de los movimientos más previsibles. Leí un interesante artículo que no logro recuperar del fondo de mi memoria para enlazar, que argumentaba lo pueril de pensar en una vigilancia y registro constante de nuestros movimientos, estilo Gran Hermano (la novela, no la desgracia hecha reality show).
Lo que tengo claro es que si quienes investigan los accidentes cuentan con un registro de los datos generados por la conducción, el estado del conductor, las condiciones del entorno y todo lo que sea posible, incluso imágenes… la tarea sería más sencilla y ahí sí que se producirían avances a paso de gigante en la prevención de accidentes.

miércoles, 25 de abril de 2012

Rehatrans Turny Evo, acceso al vehículo para personas discapacitadas


Rehatrans Turny Evo
Hace algunos días, paseando por la calle (si, también camino, no solo estoy siempre montado encima de un coche o una moto) me encontré con un padre que estaba introduciendo a su hijo adolescente discapacitado en el vehículo. Durante unos instantes me asaltó la duda pensando en si ofrecerle mi ayuda o no porque me imagino que esa labor la habría hecho cientos de veces pero decidí que era preferible que me la rechazase a quedarme inmóvil como otros mientras se esforzaba por colocar correctamente a su hijo.
Aceptó de buen grado y una vez nos despedimos y se hubo marchado, a mi cerebro vinieron imágenes de un asiento giratorio especialmente diseñado para facilitar esta tarea. En algún sitio lo había visto o lo había leído así que cuando llegué a casa me puse las gafas de bucear y navegué unos minutos en la red hasta dar con la empresa española Rehatrans. Aunque existen más fabricantes, me vais a permitir que os enseñe el último producto que han sacado al mercado ya que era el que yo recordaba.

Modelo Carony Kids destinado a niños pero de funcionamiento similar
El Turny Evo se trata de un asiento giratorio que es capaz de salir fuera del vehículo y descender hasta una altura que permite que los pasajeros puedan sentarse o ser transferidos a él de una forma mucho más cómoda que en un asiento convencional. Está especialmente indicado para personas discapacitadas o con dificultades en el movimiento así como aquellas que por su avanzada edad les cuesta más entrar y salir del vehículo.
Todos los movimientos del Turny Evo son completamente automáticos y el giro es completamente programable de forma que se puede adaptar al espacio disponible. Integrado en el propio asiento se encuentran unos reposapiés que facilitan el paso de las piernas de fuera a dentro del vehículo o viceversa.
Rehatrans Turny Evo
Los movimientos se gestionan a través de un mando con una pantalla digital informativa que en todo momento indica el estado del asiento y comunica al usuario cuáles de los cuatro botones tiene que ir accionando para completar el movimiento.
El asiento, una vez colocado dentro del vehículo y en el sentido de la marcha, tiene las mismas funciones que sus homónimos incorporados de serie en los automóviles, es decir, el respaldo es practicable de forma que se puede encontrar la postura más cómoda.
Con el Turny Evo se puede ir incluso un paso más allá si se le aplica la Carony Evo ya que se trata de una base con ruedas que permite acoplar el asiento Turny Evo de forma que no es necesario hacer ningún tipo de transferencia de la silla de ruedas al asiento giratorio.
Lo único es que creo que por las características de la base necesaria para la parte inferior del asiento, sólo puede ser instalado en la zona del pasajero o posterior pero no en la del conductor. Eso si, cumplen con todas las normativas de seguridad y han pasado los pertinentes pruebas y ensayos.

lunes, 23 de abril de 2012

La innovación a principios del siglo XX


Vehículo todoterreno Vehículo todoterreno de 1936, capaz de triscar cuestas de hasta 65º de pendiente
Este será un artículo atípico porque más que tratar un tema de actualidad relacionado con la seguridad vial, voy a echar la vista atrás y, a lo mejor, podemos tener una mejor perspectiva de cómo hemos evolucionado. Desde que el coche es coche, desde que el primer automóvil se puso en marcha por los caminos la seguridad vial estuvo presente y, cada año, cada década, fue tomando más importancia hasta llegar al presente.
Por mucho que nos provoque risas ver las máquinas de hace casi 100 años, cuadradas, parecidas a las calesas pero sin caballo (con caballos de vapor, claro)… en el momento eran la cúspide de la pirámide tecnológica. Eran auténticos esfuerzos ingenieriles, diseños novedosos, áreas completas de investigación por descubrir y formalizar, cimientos embarrados que hacían fracasar casi todas las innovaciones. Eran tiempos diferentes, pero creo que, al fin y al cabo, no lo son tanto como podemos creer.

Atropellos mortales de necesidad

Para los pioneros, había claramente dos preocupaciones serias, aunque ellos no fuesen del todo conscientes: la falta total de sistemas de seguridad pasiva (y activa) hacía que un accidente (un vuelco por ejemplo) fuese grave o mortal de necesidad; y por otro lado, los peatones podían contar con que las lesiones que le serían infligidas en caso de topetazo urbano serían de bastante consideración. O mortales, mismamente.
Aquellas máquinas primigenias, con sus bloques de metal espeso, pesado, con aristas poco suavizadas y a la altura de la cadera o quizás más altos, su ruidoso traqueteo, sus deficientes (o muy deficientes) sistemas de frenado y suspensión… debían ser auténticos obuses a velocidad reducida, que como te alcanzasen a encajar un topetazo podías empezar a rezar rápido.
Protector de peatonesSistema que pretende evitar lesiones a un peatón atropellado
Viene a mi memoria el famoso caso de la primera víctima mortal implicada en un atropello, Bridget Driscoll. La pobre mujer murió a causa de las heridas en su cabeza a causa de impacto de un Roger-Benz que circulaba a… 6 km/h, y que seguro que rugía más que un pelotón de camiones de bomberos. Eran otros tiempos y, como sucede también en la naturaleza, el desconocimiento provoca confianza, y la confianza…
Esto ocurría en 1896. A partir de ahí miles de personas perderían la vida atropelladas. Y para intentar evitar las lesiones que debían ser habituales en esos casos (no hay más que mirar los coches, cómo eran, para imaginar qué lesiones podrían provocarse) alguien inventó el “ganapán recoge-peatones”. Dudo que lo denominasen así, pero la idea es que esa tela metálica adosada al coche evitaría (pero no se cómo) ciertas lesiones y, por añadidura, eliminaría la probabilidad de caer bajo el vehículo mientras éste siguiese en marcha. El caballero de la foto sale cómodamente sentado, dudo seriamente que esa fuese la postura final en un caso real.

La poca gracia que nos hacía desplegar el mapa mientras conducimos

GPS roll-on GPS de papel enrollado
El GPS no es un sistema de seguridad ni activo, ni pasivo. Pero ayuda a no perderse, y sobre todo, evita que despleguemos un mapa sobre el volante y hagamos “el ganso” concentrándonos en encontrar la ruta correcta mientras segamos un campo de trigo, o toreamos involuntariamente una vaquilla silvestre, solo si tenemos suerte. Como sistema GPS, lo cierto es que lleva entre nosotros unos pocos años, algunos más en entorno militar, pero con nosotros comercialmente es relativamente joven.
Pero eso no importa, si algo se le mete a un inventor entre ceja y ceja, lo hará. Aunque ahora, al ver la fotografía, nos recuerde a esos pequeños juegos de conducción para niños de 3 o 4 años, de esos que hacen pasar una cinta de papel pintado emulando una carretera mientras movemos una motocicleta de plástico de izquierda a derecha para no chocar con los árboles y las rocas o los demás coches. Si hay que inventar un sistema para saber “por dónde andamos”, se inventa. Hombre, faltaría más.
Este curioso artilugio, que obviamente no es un GPS por definición, funcionaba como sigue: al arrancar (y suponiendo que el visor está posicionado de alguna forma, manual o como sea, en el punto donde estamos) la máquina empezará a “pasar bobina” proporcionalmente a la velocidad que adquiera el vehículo. O sea que, en resumen, al cabo de un rato estaremos viendo una aproximación de dónde estamos. Lo que se viene conociendo como “más o menos debo estar cerca de…”.
Se que no he contado nada que termine en moraleja, o conclusión, o enseñanza (yo pocas cosas puedo enseñar). Simplemente, entre los inventos que acabo de contaros, incluyendo el estupendo todoterreno del principio del que nada conté, pero que quería que os evocase capacidad de innovación, interés por vencer barreras y solucionar problemas… simplemente espero que os hagáis una reflexión de viernes y fin de semana: hoy, en el futuro, ¿realmente buscamos cosas diferentes a las que podría buscar la gente que se desarrolló hace un siglo? ¿Realmente creemos que nuestra preocupación por la seguridad y el avance tecnológico es algo nuevo? Ahí queda eso, espero que disfrutéis del fin de semana con salud.

viernes, 20 de abril de 2012

La tecnología del vehículo, como factor de distracción


Uso del smartphone en el coche
Es interesante el debate que está teniendo lugar últimamente en torno a la seguridad del vehículo. La última pincelada proviene de la Administración Nacional de Seguridad de Estados Unidos, donde su presidenta, Deborah A. P. Hersman, explica que las empresas dedicadas a las tecnologías deberían reducir sus inversiones en elementos que distraen al conductor de su actividad principal:
Si los productores de tecnología se centrasen más en la seguridad que en lo que vende, veríamos reducir la siniestralidad vial.
La crítica no es un hecho aislado. En los últimos tiempos, existe en el país americano un interés por erradicar los elementos del vehículo que pueden causar distracción, un factor de riesgo que la NHTSA, el organismo que regula la seguridad vial en Estados Unidos, está empezando a tomarse muy en serio.

De hecho, en el mes de diciembre se especuló con una orden para prohibir la utilización de teléfonos móviles por el conductor del vehículo bajo cualquier circunstancia, incluyendo el uso de manos libres. Intentar eso, en un país en el que están acostumbrados a hablar por teléfono mientras conducen como una extensión de sus libertades, es poco menos que arriesgado.
Sólo así se entiende que las empresas que se dedican a equipar electrónicamente los vehículos se hayan decantado en los últimos tiempos por “mejorar la experiencia del usuario”, como se dice habitualmente en el terreno de las tecnologías de la información. Sólo que en este caso, el usuario va sobre ruedas y a una cierta velocidad por un entorno donde convive con otras personas.
Sin ir más lejos, la multinacional del chip y los semiconductores Intel acaba de invertir 100 millones de dólares en un fondo para el desarrollo de los sistemas de información y entretenimiento en el vehículo. El resultado lo tenemos en la calle. La conectividad está a la orden del día, y raro es el fabricante de automóviles que no ofrece ya en sus últimos modelos una conexión total con el smartphone a pesar de los riesgos que conlleva.

Consejos para fabricantes y datos de siniestralidad

Mini Connected
Por su parte, la Administración intenta ganarse a los fabricantes con consejos, más que con órdenes directas. Así, el mes pasado el Departamento de Transporte editó una guía con recomendaciones como, por ejemplo, que ninguna tarea que deba realizar un conductor conlleve un tiempo superior a dos segundos, o que para introducir datos de navegación o acceder a redes sociales el vehículo tenga que estar detenido.
Parece obvio, pero no lo es del todo. La Administración no tiene fuerza suficiente como para obligar a los fabricantes, y eso es así, entre otras cosas, porque los fabricantes se mueven por los datos de siniestralidad real y palpable que les ofrece la Administración.
Tomemos el ejemplo de los sistemas de navegación. Entre los siniestros registrados por la NHTSA no se ha determinado ninguno causado por haber manejado un navegador. Y cuidado, porque eso, dicho así, parece implicar que no se ha producido ningún siniestro por esta causa, cuando lo único que sucede es que… no se ha determinado.
En Estados Unidos, la recogida de datos relativos a la distracción era manifiestamente mejorable hasta este año pasado, cuando se han empezado a abordar las causas de los siniestros y no simplemente las circunstancias concurrentes. Va otro ejemplo, esta vez sobre teléfonos móviles: hasta el año pasado, se anotaba la presencia de un móvil en el coche; ahora, se apunta si el siniestro se produjo mientras el conductor hablaba por teléfono o si enviaba un sms, por decir algo.
Mientras esto sucede, algunos fabricantes esgrimen la figura del dato numérico para reivindicar que las mejoras tienen que ser en función de lo que causa o no causa distracciones peligrosas, de manera que el pez se muerde la cola. La administración norteamericana, para pedir mejoras a los fabricantes, tendrá que mejorar en los datos palpables que les ofrece. En esas órbitas, la previsión de lo que puede llegar a suceder, por lo visto, queda al margen.

jueves, 19 de abril de 2012

El Salón del Automóvil de Ginebra y la seguridad vial


Sistema de iluminación Matrix Beam, de Audi
Estos días se celebra en Suiza el Salón del Automóvil de Ginebra, uno de los grandes acontecimientos europeos del mundo del Motor que se realiza cada año, donde los fabricantes se dan cita con los medios de comunicación y los aficionados a los coches para mostrarles sus avances tecnológicos y sus apuestas de futuro.
En estos tiempos difíciles que nos rodean, Ginebra recoge cada vez más muestras de pragmatismo, plasmadas en una eficiencia energética y unos sistemas de seguridad que hace unos años nos habrían llevado a frotarnos los ojos. Lo que ayer era ciencia-ficción hoy está más que probado, y en unos años se verá en los coches de la calle.

Ejemplos de esto hay a mansalva. En el primer aspecto, tenemos vehículos con unos consumos de carburante cada vez más reducidos conviviendo ya con la creciente oferta de eléctricos que están llamando a la puerta, recordándonos que si bien quedan muchos años de petróleo, el coste de extraer el oro negro hará inviable que mantengamos sus derivados como fuentes de energía para la automoción.
En el segundo aspecto, las posibilidades se multiplican a la velocidad a que los ingenieros son capaces de encontrar soluciones prácticas para la vida cotidiana. Hablo a menudo de la seguridad activa de los vehículos como “la seguridad de lo cotidiano”, esa que utilizamos a cada momento y sin ser plenamente conscientes de lo que representa.
Airbag para peatón, en el Volvo V40
Ahora que los sistemas de seguridad pasiva, los que reducen los daños derivados de una colisión, están alcanzando cotas máximas, y cuando ya comienzan a endurecerse los criterios de evaluación de los vehículos en materia de protección a los peatones, con la incorporación de los primeros airbags diseñados para ellos, el aluvión de avances nos viene por la parte evitacional, la más importante de todas. El siniestro menos grave es aquel que nunca sucedió.
Son sistemas a los que le hemos dedicado un rato de vez en cuando en Circula Seguro. Entre tanto artículo dedicado al comportamiento del conductor, de vez en cuando recogemos cómo están programados los coches de hoy en día para que su comportamiento nos ayude a evitar la colisión. Seguridad activa en estado puro.
Es en este campo donde la tecnología del automóvil están dándonos cada vez mayores sorpresas que, en el fondo, no lo son tanto. No, porque una vez que uno comprende que los coches de hoy son ordenadores sobre ruedas pasa a dar por hecho, entre otras muchas cosas, que cualquier avance electrónico es posible si se programa con buen tino.
Conectividad en el Audi A3
Tecnología sobre ruedas, sí. Y junto a la cacharrería que hace las delicias de cualquier aficionado a la electrónica de consumo, una vez satisfechas sus necesidades de conectividad con el móvil (hoy hablaba yo en Motorpasión de un coche, el Volvo V40, que te llama al móvil si está siendo objeto de robo), los sistemas de seguridad activa se valen de todo el potencial tecnológico para salvar vidas.
Coches que detectan obstáculos, prefrenan, frenan y avisan a los demás de la maniobra; coches que afinan cada vez más los controles de estabilidad y de tracción, tracciones diferenciadas para cada rueda en función de múltiples parámetros; ajustes precisos de la suspensión; monitorización de la calzada en busca de señalización vertical y de marcas viales; avisos tras la detección de fatiga en el conductor; sistemas de alumbrado selectivo cada vez más sofisticados; detección de vehículos en el ángulo muerto. Todo esto está ya en la calle, forma parte de nuestro presente, no del futuro.
En el futuro, los coches se comunicarán entre sí y con las infraestructuras para facilitar la movilidad de todos. Las pruebas se están realizando en múltiples frentes abiertos a la vez por las diferentes marcas. No es un sueño, es una realidad que todavía se está ajustando. Ese es el futuro, y quizá algún día lo veamos.
De vez en cuando resulta interesante tener todo esto en cuenta. Porque los conductores hemos mejorado mucho, las carreteras han mejorado algo, pero sin duda los vehículos nos han pasado la mano por la cara a los demás varias veces en los últimos años. Mejor dicho, los coches, no: sus fabricantes. Que las máquinas, por sí solas, no saben hacer nada. Y menos, salvar vidas.

lunes, 16 de abril de 2012

tecnologia militar: vehiculo de zapadores Buffalo MPCV



link: http://www.youtube.com/watch?v=8TXu9EfOgkc&feature=player_embedded



observa que el brazo de manejo de explosivos esta dotado de una camara de video
El Buffalo MPCV de desactivación de artefactos explosivos


El Buffalo MPCV de desactivación de artefactos explosivos (vehículos protegidos de lucha antiminas ) es un 6x6 blindados construidos por la empresa "Fuerza de Protección de EE.UU. Inc". En esta versión, el RODADO se utiliza en una misión de desminado.

Se clasifica en la categoría III de nivel de protección. El equipo de Buffalo proporciona protección contra disparos de armas pequeñas, con un calibre de 7,62 mm en todo el casco y también para todas las ventanas. La protección también se presten a 15 kg de artefactos explosivos y las minas terrestres en 20 kg. Opcionalmente, el vehículo puede estar equipado con una armadura adicional para proteger contra las minas de fragmentación. El caso en V lo protege de la fragmentacion y de la contencion de la onda explosiva de la misma manera que los camiones sudafricanos samil

El MPCV Buffalo es utilizado por los equipos de desactivación de artefactos explosivos en Irak para el despacho y limpieza de la carretera. Desde la puesta en marcha en 2003, el búfalo y el puma, el vehículo este último también es construida por la Fuerza de Protección de la compañía Inc..han realizado más de 1.000 misiones de remoción de remocion de minas sin que ningún miembro de la tripulación de esos muera .

El Buffalo utiliza interior posee discos de acero que permite que el vehículo ruede sobre las minas antipersona pudiendo ver sus ruedas destruidas pero siperder su capacidad de locomocion












En Irak, mostró una alta capacidad de protección , de hecho, cuando una explosión de una mina antitanque afecta el vehículo, una rueda fue destruida y de los ejes arrancado , el renguenate veiculo logro alejarse de la zona pero ningun miembro de la tripulación resultó herido. El vehículo fue capaz de seguir a rodar y salir del campo de minas. Fue reparado en la noche y continuo trabajando en una misión al día siguiente.










El vehículo está equipado con un motor diesel, Mack ASET AI-400 con una potencia de 400 CV a 1.800 rpm.
El vehículo lleva una tripulación de dos especialistas y cuatro soldados. Para el manejo de artefactosexplosivosu objetos sospechosos , el vehículo está equipado con la parte delantera derecha de un brazo hidráulico, que tiene en su extremo con una pala pequeña y dos dedos hidraulicos .


Esto permite a Buffalo para manejar explosivos a una distancia segura. En la actualidad, unos 35 Buffalo son utilizados por los militares de EE.UU. en Irak y Afganistán.La infanteria de marina si bien fue reticente a aceptar el vehiculo .planea contar con unos 100 al terminar el año fiscal 2011


Como la mayoría de los vehículos estadounidenses utilizaron en Irak, una jaula de acero se ha añadido en toda la superestructura del vehículo, este sistema brinda una proteccion adicional contra los proyectiles de rpg y sagger (con punta de carga hueca) actuando como blindaje de distancia sin que afecte el blindaje del vehiculo propiamente dicho











fuentes

http://www.armyrecognition.com/index.php?option=com_content&task=view&id=219
ingenieros,explosivos,buffalo,de combate,desminador,desactivacion de unidades,zapadores
http://www.warwheels.net/BuffaloMPCVbelue.html
http://www.armedforces-int.com/projects/buffalo_armoured_vehicle.html

para agendar




http://tformers.com/reviews.php?id=793&op=showcontent
modelo del buffalo transformable


http://www.armyrecognition.com/forum/viewtopic.php?p=4816&sid=a2938fc0869de51980a7184099bd3f2c
nuevos vehiculos con proteccion reforzadas antiminas

http://www.network54.com/Forum/666982/thread/1285452011/1285452011/Portada+ESPECIAL-+%26quot%3B+Veh%C3%ADculos+de+combate+ligeros%26quot%3B
Vehiculos prototipo y en servicio destinados en irak (con proteccion adicional)

viernes, 13 de abril de 2012

Motor de baja tecnología: madera + aire comprimido


No hace falta última tecnología ni depender de Arduino, microcontroladores y sensores de última generación para todo: con unas cuantas piezas de madera, el aire de un aspirador y un poco de ingenio se puede montar este curioso motor.
(Vía Hack a Day.)

martes, 10 de abril de 2012

Tecnologías ecológicas

Tecnologías ecológicas : Automóviles eléctricos y pilas de hidrógeno

Enero de 2007
En 2003, el NECAR 5 atravesó los EE.UU. en 12 días, demostrando que los automóviles a pila de combustible podían recorrer grandes distancias. (Foto: DaimlerChrysler)
En 2003, el NECAR 5 atravesó los EE.UU. en 12 días, demostrando que los automóviles a pila de combustible podían recorrer grandes distancias. (Foto: DaimlerChrysler)
Hace doscientos años, el ingeniero suizo François Isaac de Rivaz inventó un motor de combustión interna que funcionaba con una mezcla combustible de hidrógeno y oxígeno, pero el automóvil que diseñó para el motor fue un fracaso. Los primeros automóviles eléctricos se inventaron unos 25 años más tarde, mucho antes de que aparecieran los Sres. Daimler, inventor del motor a gas moderno en 1885, y Benz, titular, en 1886, de la patente DRP 37435 por un automóvil a gasolina.
A principios del siglo XX, los automóviles eléctricos eran más comunes que los modelos a gasolina, por muchas de las razones por las que hoy los consumidores se interesan nuevamente por los automóviles eléctricos: no producían emanaciones nocivas, eran silenciosos y más fáciles de manejar. Entonces, ¿por qué los automóviles a gasolina, más contaminantes, coparon el mercado? Esto se debe a varios factores.

Henry Ford, buenas rutas, combustible barato

"Construiré un vehículo para las masas", declaraba Henry Ford en 1903. Y eso hizo. El Modelo T, con un motor de combustión interna a gasolina, se lanzó al mercado en 1908 a un precio de 950 dólares EE.UU. Durante sus 19 años de producción, su precio bajaría hasta 280 dólares EE.UU. Ningún otro automóvil podía competir – y aun menos los eléctricos que, en su punto álgido en 1912, se vendían en promedio a un precio de 1.950 dólares EE.UU. Todo estaba dicho.
Los automóviles eléctricos también perdieron debido a su alcance limitado. A principios de siglo, esto no constituía un problema puesto que las únicas rutas adaptadas para conducir se encontraban en las ciudades. Sin embargo, tras la primera guerra mundial, las naciones comenzaron a construir autopistas y rutas para unir sus ciudades. Los automovilistas pronto quisieron aventurarse más allá de donde podían llegar con los automóviles eléctricos.
El descubrimiento de abundantes recursos de crudo redujo el precio del petróleo, con lo cual la gasolina se volvió más abordable. Empero, los automóviles eléctricos no desaparecieron, ni tampoco el uso de hidrógeno como combustible, simplemente desaparecieron de la consciencia popular hasta que la crisis petrolera de la década de 1970 y las preocupaciones ambientales recordaran su existencia.

Energía limpia

Los actuales motores de combustión interna pueden convertirse fácilmente para funcionar con diversos combustibles, hidrógeno inclusive. No obstante, las pilas de hidrógeno usadas para alimentar automóviles con motores eléctricos son dos o tres veces más rendidoras que los motores de combustión interna a gasolina. Además, no producen emisiones y, debido a que disponen de pocas partes móviles, son silenciosos y no vibran.
El hidrógeno es uno de los elementos más abundantes del universo. Puede extraerse del gas natural, del carbón, del petróleo crudo, etc., pero la única fuente no contaminante de hidrógeno es el agua. Los átomos de hidrógeno y oxígeno presentes en el agua pueden separarse de modo fácil y no contaminante por electrólisis, usando idealmente electricidad procedente de fuentes no contaminantes, tales como paneles solares o turbinas eólicas. El hidrógeno resultante puede comprimirse para ser almacenado y utilizado en pilas de combustible.
Fue un físico galés, William Grove, quien en 1842 inventó la primera pila de hidrógeno sencilla. Grove recombinó el hidrógeno con oxígeno – revirtiendo el proceso de electrólisis – para producir electricidad generando tan sólo agua como subproducto.
Unos 100 años más tarde, los documentos publicados por Grove suscitaron interés por este descubrimiento en Francis Bacon, químico de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, quien mejoró considerablemente esta tecnología en la década de 1950. En la década siguiente, Pratt y Whitney obtuvieron bajo licencia la explotación de la patente de pilas de combustible de Bacon y perfeccionaron la tecnología para la NASA. La misma pila de combustible podía suministrar electricidad para la duración de un vuelo y calefacción y agua potable limpia para la tripulación de una nave espacial.  Apollo, Gemini y las siguientes misiones de la NASA, incluido el transbordador espacial, funcionaron con pilas de combustible. La tecnología de Grove estaba a punto.
*
Ballard ha presentado 46 solicitudes internacionales de patente relacionadas con la tecnología de pilas de hidrógeno desde que la empresa comenzó a usar el PCT en 2004. (Photo Ballard Systems)
Varias empresas fundadas después de la crisis petrolera de la década de 1970 se interesaron en la pila de hidrógeno en tanto que fuente no contaminante de energía renovable, usando los documentos de Grove y la información de la patente de Bacon como punto de partida para su investigación. Los investigadores hoy estudian diversos tipos de pilas de combustible, como lo demuestran los centenares de solicitudes internacionales de patente presentadas en los últimos años en el marco del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT) para inventos relacionados con pilas de combustibles.
En la década de 1990, un equipo de investigación de Ballard Power Systems, del Canadá, realizó un importante avance al descubrir una manera de incrementar la densidad de potencia del hidrógeno, haciendo pasar la cifra media de 200 vatios/litro a alrededor de 1.500. Usando la tecnología de pila de combustible con membrana de intercambio protónico de Ballard, un automóvil con un motor de tamaño similar al de un automóvil a gasolina puede tener un rendimiento equivalente – pasando de 0 a 100 km/h en 15 segundos, con velocidades máximas de alrededor de 150 km/h. La tecnología también se adapta a usos domésticos – electricidad y calefacción – o a aplicaciones de energía de reserva.
¿Y es seguro?
Cuando se habla de hidrógeno, muchos piensan en el desastre del Hindenburg en 1937, cuando ese dirigible lleno de hidrógeno se prendió fuego y murieron los 35 pasajeros a bordo. Sin embargo, numerosos estudios, como los realizados por el ingeniero jubilado de la NASA, Addison Bain, en 1997, han concluido que el hidrógeno no desencadenó el incendio del Hindenburg. La altísima inflamabilidad de la cubierta de aluminio del Hindenburg provocó el desastre y no el gas contenido en su interior.
El hidrógeno es muy inflamable pero la gasolina también lo es. Además, el hidrógeno no es explosivo de por sí y si no hay una fuente de ignición, es muy improbable que el hidrógeno se prenda fuego al aire libre. El petróleo se inflama por sí mismo a temperaturas de entre 228 y 501ºC, mientras que el hidrógeno recién se inflama solo a 550ºC. En principio, para que se produzca una explosión, el hidrógeno tendría que acumular y alcanzar una concentración de cuatro por ciento de aire en un espacio cerrado y luego debería activarse una fuente de ignición. Si se adoptan sistemas de seguridad adecuados, es muy poco probable que esto se produzca. El hidrógeno es más liviano que el aire y se dispersa rápidamente, por lo que su riesgo de inflamación o explosión en un espacio abierto también es muy inferior al de la gasolina.