Siempre se ha dicho que para conducir de manera segura se requiere, además de ir atento, llevar las dos manos sobre el volante. La técnica de las tres menos cuarto o las dos menos diez comparando el volante con un reloj y las manos con sus agujas explica la manera de cómo colocar correctamente las manos en el volante.
Pues bien, esta técnica será necesaria si queremos estar informados de manera táctil de las indicaciones del nuevo sistema de orientación que podrá detectar el conductor a través de pequeñas vibraciones que se desplazan por el interior del volante del vehículo. Así los conductores no tendrán que desviar su atención de la vía por la que circulan en ese momento y evitar las temidas distracciones al volante.
Un volante con retroalimentación háptica
Una investigación llevada a cabo por expertos de la Universidad Carnegie Mellon y en los Laboratorios AT&T de Estados Unidos han demostrado que la interacción háptica y la información auditiva proporcionan más ayuda al conductor en comparación con la combinación auditiva y visual típica de la mayoría de los sistemas GPS convencionales.El uso de esta nueva tecnología, además de la que vimos en Lommel (Bélgica), puede suponer un gran avance en las técnicas de conducción eficiente. Unas buenas instrucciones sobre cuándo realizar los giros de volante de forma segura puede suponer una ventaja a la hora de realizar cualquier maniobra que implique un desplazamiento. Si además nos avisa ante un posible peligro al volante y nos da la posibilidad de maniobra evitaremos entrar en aquella fase de conflicto que explicamos hace unos días.
Sabemos que las desatenciones y distracciones en la conducción son causa de siniestros viales. De hecho son muchas las personas que pierden la vida en el asfalto por no estar en lo que hay que estar cuando se va al volante. La utilización del móvil es uno de los motivos que más atención resta en la tarea de conducir. Por ese motivo, las nuevas tecnologías, sin restar concentración a la tarea de conducir, están orientadas hacia la información de navegación sin cables, es decir, de manera sonora y táctil como el caso que nos ocupa sobre los volantes vibradores.
Entre sus ventajas destaca la atención sobre la conducción de manera permanente sin restar visión a la carretera ya que la información es táctil y no requiere ninguna otra maniobra que dificulte la capacidad visual del conductor al volante. De nuestra conducta al volante dependerá la forma de conducir, valga la redundancia, ya que las instrucciones o información que recibamos de manera táctil será tan válida como la sonora o la visual si no implica desviar nuestra atención mientras vamos conduciendo.
Además de las señales táctiles de ayuda en el volante, dicho sistema de respuesta háptica también enviaría avisos mediante distintos tipos de vibración cuando algún otro vehículo u obstáculo entra en el punto ciego del coche, o cuando por descuido olvidamos la distancia de seguridad y circulamos muy cerca del vehículo de delante para evitar las colisiones por alcance.
Por tanto, bienvenido sea este nuevo sistema pero no podemos olvidar que mientras los coches sean dirigidos por humanos, la responsabilidad recaerá sobre el propio conductor como protagonista. El coche nos podrá avisar ante cualquier circunstancia o peligro al volante pero la decisión será siempre del conductor, ¡no seas burro…!